___Día tras día, los amores muertos no terminan de morir___

domingo, 10 de julio de 2011

La comprensión exige silencio.

El hombre se parece cada vez más a una radio que solamente es capaz de sintonizar una franja de frecuencia. El uso excesivo de la mente produce más o menos el mismo efecto: de toda la realidad que nos rodea sólo logramos captar una parte restringida. Y en esa parte frecuentemente impera la confusión, porque está toda repleta de palabras, y las palabras, la mayor parte de las veces, en lugar de conducirnos a un sitio más amplio nos hacen dar vueltas como un tiovivo.

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