No somos iguales. Nada siempre será igual.
Nunca algo puede ser todo y nada siempre puede ser algo.
La vida cambia delante de nuestras narices en un abrir y cerrar e ojos,
en una sonrisa, una lagrima o un simple cambio de mirada.
Y ahí es cuando te paras a pensar, piensas y dices;
hoy solo voy a tener tiempo para ser feliz,
y ya veré que me depara el futuro mañana.
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